Los muebles son inversiones importantes en nuestro hogar y, por tanto, queremos que se mantengan en perfecto estado durante el máximo tiempo posible.
Cuidar y mantener adecuadamente las distintas piezas del mobiliario es esencial para la comodidad en cualquier entorno, ya que garantizaremos que la funcionalidad de cada elemento siga siendo idónea a la vez que protegeremos su aspecto para que siga siendo impecable.
Además, llevando a cabo un mantenimiento adecuado de los muebles estaremos alargando su vida útil y, por lo tanto, teniendo que reemplazarlos con menor frecuencia, algo que supone un ahorro económico pero también una práctica más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Como fabricantes de muebles de diseño y gracias a nuestra experiencia, hemos aprendido cuáles son las claves para un mantenimiento perfecto. Aquí te dejamos nuestros consejos de cuidado para que tus muebles duren.
Limpieza regular
La limpieza regular es fundamental para mantener tus muebles en buen estado. Usa un paño suave y limpio para eliminar el polvo y la suciedad de la superficie.
Evita el uso de productos abrasivos o químicos fuertes, ya que pueden dañar el acabado o los materiales. En su lugar, opta por limpiadores suaves y específicos para el tipo de material de tus muebles.
Limpiando de forma habitual impedirás que la suciedad se acumule, con lo que, por una parte, la limpieza te resultará mucho más sencilla y rápida y, por otra parte, no necesitarás productos agresivos.
Productos y utensilios de limpieza adecuados
En el cuidado de los muebles es imprescindible utilizar los utensilios de limpieza adecuados, así como productos respetuosos con los materiales.
Las bayetas de microfibra, plumeros y cepillos suaves son perfectos para evitar riesgo de rayaduras o abrasiones en las superficies.
Evita también utilizar productos de limpieza agresivos que puedan deteriorar los acabados; si llevas a cabo limpiezas regulares será suficiente con limpiadores suaves para dejar el mobiliario impecable.
Conoce tus muebles
Cada tipo de mueble requiere un cuidado específico, por lo que resulta esencial conocer los materiales con los que está fabricada cada pieza y seguir las instrucciones de cuidado proporcionadas por el fabricante.
Estas instrucciones suelen incluir recomendaciones sobre limpieza, mantenimiento y productos de cuidado adecuados para el material específico del mueble.
Presta atención a la humedad
La humedad excesiva o la falta de ella pueden causar daños en los muebles, como deformaciones, grietas o decoloraciones.
Utiliza un deshumidificador en ambientes húmedos para reducir la humedad y evita colocar los muebles cerca de fuentes de calor como radiadores o chimeneas.
Por otro lado, en climas secos, considera la posibilidad de usar un humidificador para mantener un nivel de humedad adecuado.
Del mismo modo, en las superficies que estén expuestas a salpicaduras o vapor, o cuando limpies con líquidos, seca siempre con un trapo para evitar que el líquido penetre en materiales como la madera.
Incidencia directa del sol
La exposición prolongada y directa al sol puede dañar los muebles, especialmente aquellos fabricados con materiales sensibles a la luz como la madera o los textiles.
Para protegerlos, coloca cortinas o persianas para filtrar la luz del sol durante las horas del día en las que su incidencia es más intensa.
Pequeños gestos protectores
Algunos gestos pequeños te ayudarán a prevenir daños en los muebles causados por derrames, arañazos u otros accidentes.
Colocar posavasos debajo de las bebidas para evitar marcas de agua en las superficies, utilizar manteles individuales para proteger la mesa de comedor o colocar almohadillas de fieltro en las patas de las sillas y mesas para evitar arañazos en el suelo puede marcar la diferencia a la hora de maximizar la durabilidad del mobiliario.
Inspecciones periódicas
Realiza inspecciones periódicas de tus muebles para detectar cualquier signo de desgaste o daño.
Repara inmediatamente cualquier problema menor, como tornillos flojos o grietas superficiales, antes de que se conviertan en problemas mayores.
Dependiendo del tipo de mobiliario, su edad y su ubicación, puede que con el paso del tiempo tengas que aplicar algún tipo de protector, como cera o barniz para renovar el acabado.
En conclusión, cuidar tus muebles adecuadamente es clave para conservar su estética y funcionalidad y alargar su vida útil al máximo.
Con limpiezas regulares con los productos y utensilios adecuados, conociendo los materiales y sus instrucciones de uso y protegiendo al máximo los muebles de la humedad, el sol o los accidentes domésticos, conseguirás que se mantengan en óptimas condiciones durante mucho tiempo y proporcionen a tu hogar años de comodidad y estilo.